PISADA DEL CABALLO DE SANTIAGO APÓSTOL

   En algunas localidades zamoranas así como en otros muchos lugares de España, algunas rocas han mostrado, desde antiguo, unas extrañas marcas.

    Estas huellas han sido conocidas, desde muy antiguo, por los pastores, cazadores y campesinos que habitaban aquellos valles, pero, antiguamente, nadie conocía su verdadero origen. En siglos pasados y como consecuencia de la invención de la leyenda de la aparición milagrosa, de “Santiago Matamoros”, fueron atribuidas por la gente de la comarca a marcas de pisadas dejadas por el paso del caballo del Apóstol Santiago, cuando iba de camino a la batalla.

    Según las diversas versiones de la leyenda popular explicativa, se trataría de las marcas dejadas por la pezuña del caballo de Santiago Apóstol, cuando cargando al Santo bajaron ambos del cielo para dirigirse al castillo de Clavijo, lugar a donde su amo quería llegar para auxiliar a las tropas cristianas del Rey Ramiro I quien le había invocado en su ayuda. El ejército cristiano se encontraba en una angustiosa situación, sitiado en el castillo de Clavijo, en inferioridad de condiciones y rodeado por numerosas y bien pertrechadas tropas sarracenas.

    La leyenda relata que el caballo para llevar más velozmente a su amo hasta el campo de batalla, fue dando grandísimos saltos sobre los montes que les separaban de Clavijo, dejando impresas las marcas de sus “curiosas” pisadas sobre una multitud de peñas de los diversos lugares, en donde la tradición suponía que puso pie cuando descendió del cielo y en todos aquellos otros que por estar camino de Clavijo tuvo que pasar brincando.

    En Otero de Bodas y Calzada de Tera, (localidades cercanas), al parecer también hay marcas que se atribuyen a la huella dejada por el caballo de Santiago Apóstol.

    Otros lugares de España, donde se atribuyen marcas al caballo de Santiago Apóstol, son: en el monte de Santiagomendi de Astigarraga (Guipúzcoa). Aquí las huellas son semejantes a las de un casco de caballo impresas en roca.

    También hay en la Rioja unas huellas que antiguamente eran atribuidas al caballo de Santiago y  la investigación ha permitido descubrir que realmente son diversos rastros de huellas tridáctilas, dejadas por dinosaurios terópodos en el yacimiento de Los Cayos A (en Cornago, La Rioja).

		Yacimiento de Los Cayos Cornago (La Rioja), huellas de dinosaurios